Hola!! Siento muchísimo la ausencia. He
pasado unos meses difíciles y desde que escribí a finales de febrero han pasado
cosas no muy buenas en mi vida.
Los que me seguís por Instagram, veríais a
principios de marzo que tuve problemas con la espalda. Tuve una lumbalgia, de
las fuertes. Estuve de baja laboral, en la cama, sin poder moverme por el dolor
y tomando muchos antiflamatorios. Después de lo peor, empecé a moverme, a
levantarme y pasear. Pasear al principio significaba 5 minutos de pie andando
como las muñecas de famosa por el pasillo de mi casa. No podía sentarme
normalmente en una silla o sillón. Después de esos “paseos” me iba directamente
a la cama. Levantarme y acostarme era un suplicio por el dolor que pasaba.
Después de todo eso, ya me puedo mover mejor,
de hecho estoy mejor andando o de pie que tumbada o sentada, pero la espalda se
me empieza a cargar y me tengo que tumbar o sentar. Ahora al menos me puedo
sentar y aguanto más de 10 minutos por lo que ya estoy trabajando.
Es una situación muy pesada. De todo esto
hace ya más de un mes. La medicación no me soluciona nada pero si me la dejo de
tomar me encuentro peor, así que algo hará. Tuve unas sesiones de fisio con las
que mejoré pero he necesitado volver porque no avanzo.
Hasta ahora no he podido hacer deporte, como
os imaginaréis. A partir de hoy, me han recomendado los profesionales que me
llevan que camine aunque sea poquito y que haga elíptica en casa muy despacio y
con mucho cuidado. A parte de esto, llevo haciendo ejercicios para las lumbares
desde hace semanas, así que una cosa más otra, a ver si moviéndome mejoro.
Además de que moverme más me beneficie para
la espalda, también me vendrá bien para el peso. Este es otro tema que me trae
de cabeza… Entre que llevo prácticamente parada desde hace demasiadas semanas, los
antiflamatorios que tomo que me hinchan como un globo y la no-dieta que he
estado llevando, os podéis imaginar lo que ha pasado.
No he llevado una buena alimentación porque
estando como estaba, me daba igual comer que no comer y si lo hacía, con
cualquier cosa me valía. No era yo la que me preparaba la comida así que
tampoco iba a poner pegas. Me he dado un paréntesis para este tema y bueno, ya
está cerrado.
No quería pesarme porque temía lo que iba a
decir la báscula. Tenía pensado seguir con los hábitos saludables que dejé y ya
me pesaría más adelante a ver que ponía en la pantalla. Tal vez porque ahora
mismo el peso no es lo que más me preocupa sino mi salud en general, cuidarme y
quererme un poquito más, porque no me he querido mucho que digamos últimamente.
Pero, uno de los profesionales que me lleva me ha pedido el peso exacto para
llevar un control así que ayer me pesé.
No quiero deciros el peso porque me avergüenza
bastante. Después de toda la lucha que llevo y haber bajado más de 20 kilos en
su día, he recuperado bastantes, prácticamente la mitad. No creo que tarde
demasiado en poner mi peso, en cuanto vuelva a bajar del 130 lo publicaré. Como
os digo, espero que en pocas semanas ya esté por debajo (tampoco estoy tan
lejos!)
A nivel emocional no lo he pasado bien y eso
también me ha repercutido en la mala racha. Muchos sentimientos negativos por
el cansancio, la falta de paciencia porque se está alargando, el pensar que no
sirvo para nada al no poder ni moverme, ni ponerme un calcetín, ni ir a ningún
sitio sin ayuda, el hecho de que tengan que estar pendientes de mi porque sola
no valgo para nada… En fin, todo mal. Ahora que estoy algo más encaminada, me
siento mejor, dentro de que a nivel físico sigo fastidiada. Por eso voy a aprovechar
este haz de luz y empezar a cuidarme a nivel alimentación (que seguro me
beneficiará en el tema espalda).
Me he dado cuenta con todo esto, de que en
realidad, aunque me haya estado cuidando durante mucho tiempo, en el que perdí
los 20kilos, haya cambiado muchísimo mi forma de ver la vida y algunos de mis
peores hábitos, en realidad no he aprendido a quererme. No me quiero por muchos
detalles que he visto estos días. No me esfuerzo al máximo por mejorar, me
esfuerzo lo justo para notar la mejoría pero no llego a mi límite, es decir,
podría hacer mucho más de lo que hago por mí, para estar bien, para estar sana
y ser más feliz. Hay cosas que me frenan, creo que todas a nivel emocional. Tengo
que hurgar en heridas que no me gustan y que por eso reprimo. Tengo que ser
valiente y enfrentarme a miedos e inseguridades que me rondan y que al final lo
único que hacen es frenarme en mi cambio, en salir de mi zona de confort.
A veces nosotros mismos somos nuestros peores
enemigos. Voy a intentar cambiar eso y como os digo, quererme más de lo que me
quiero. Valorarme más como persona y plantearme de verdad qué cosas quiero en
la vida e ir a por ellas.
Siento mucho haber dejado de lado el blog. Os
agradezco muchísimo que aun así os hayáis pasado de vez en cuando y agradezco
muchísimo también los mensajes recibidos para preocuparos por mí y mandarme
ánimos. Mil gracias a todos por estar ahí, de verdad.
Os seguiré contando!! Espero que esta vez
pase menos tiempo entre las entradas.
Montones de besos y un abrazo bien grande!!
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