miércoles, 23 de noviembre de 2016

¡De nuevo por aquí!



Siento haber estado tanto tiempo sin publicar pero me ha sido imposible.

Os cuento que durante este tiempo he tenido días de mucho trabajo y estrés. Tenía que terminar algunos proyectos y los días pasaban volando. Mi rutina ha sido que no he tenido rutina. Cada día he comido lo que había, he dormido lo que he podido y he descansado lo justo y necesario. A todo esto, cada vez más nerviosa porque me sentía como una bola de lo hinchada que estaba y ya me empezaban a doler las rodillas, de no moverme y de comer mal. Mi trabajo es sentada, así que a pesar de no parar y de tener que ir de un sitio para otro, la mayoría de horas del día estaba sentada.

Que ganas tenía de que acabase esta situación!!! Alguna vez os he dicho cómo me maravillan las personas que tienen que hacer lo mismo que yo y más y lo sacan adelante. Yo me agobio muchísimo y lo primero que dejo siempre son las comidas. Pongo por delante otras prioridades y normalmente YO me quedo la última. He intentado que no fuese así pero solo lo he conseguido por temporadas.

El caso es que a partir de ahora voy a estar más relajada y tengo más horas libres al día para organizar comidas, prepararlas, hacer la compra… ¡Y entrenar! Llevo unos 6 meses sin hacer deporte, salvo algunos días sueltos que he conseguido moverme, pero llevando un ritmo concreto durante varios días seguidos llevo meses!! Y la verdad es que a pesar de que soy bastante perraca para moverme y me cuesta, tengo ganas de ponerme porque sé que me voy a sentir mejor y me va a ayudar muchísimo a estar más ligera, perder peso, controlar la ansiedad, etc., etc.

De vez en cuando me dan bajones de este tipo, en los que por otras causas ajenas a la comida, termino perdiendo el ritmo y dejo de cuidarme durante una temporada. Me pasa y supongo que me pasará porque durante toda mi vida la comida me ha servido tanto para celebrar lo bueno como para consolarme por lo malo. Cuando estoy muy contenta y me apetece celebrar algo o estoy relajada y feliz en casa y me apetece comer rico y no cocinar = COMIDA BASURA. Pero al contrario también, si estoy triste, agobiada, enfadada… = COMIDA BASURA.

He aprendido durante toda mi vida que la comida es un placer y así lo disfruto cada vez que como. Ahora estoy intentando aprender que la comida es el medio que tengo para alimentarme, sin más. Claro que se puede disfrutar a la vez que te alimentas, pero teniendo muy en cuenta qué comes y cuánto. La teoría la sé y podría escribir páginas sobre eso, pero creo que la tengo que poner en práctica para interiorizarla más que contarla jeje

De verdad que tengo envidia sana por esas personas que deciden un día cambiar su vida, sus hábitos, su alimentación y en dos años han perdido un porrón de kilos. Os admiro inmensamente, en serio. Sois mi gran inspiración. Ojalá algún día coja yo ese ritmo y no pare hasta los 80 por lo menos!! Pero no tengo tanta fuerza de voluntad. Al final siempre caigo. Aún así, siempre me levanto y sigo y eso lo que pienso seguir haciendo. En este momento estoy en una situación de esas de levantarme. Ya he andado unos poquitos pasos hacia mi objetivo y estoy contenta pero soy consciente de mis limitaciones. Creo firmemente que conseguiré bajar de los 120 y de los 100, pero voy a tardar más que otras personas que tienen más motivación y son más valientes que yo en ese sentido. Pero en serio, aunque tarde, lo lograré. Espero que lo veáis.

Gracias por seguirme y haberme esperado después de estas semanas sin escribir.

Pronto subiré peso y/o medidas. No creo que en la próxima entrada pero tal vez en un par de semanas.

Besotes!