Tal
vez no tanto como debería pero sí mucho más que las semanas anteriores. Estoy
comiendo bastante, para saciarme y no pasar hambre/ansiedad. Aun así, la comida
es la adecuada así que me siento mucho mejor, más deshinchada y ligera. No sé
lo que ha variado el peso porque no me he atrevido a subirme a la báscula pero
me siento muchísimo mejor y de momento es lo único que me importa.
Sé
que subí bastante de peso porque lo noté en la ropa y espero notar que vuelvo a
bajar también de esa forma. Cuando me sienta con fuerzas me subiré a la báscula
a ver que me cuenta. Quizá sea adecuado que me pese ahora para llevar un
seguimiento y ver mis avances, pero ahora mismo lo más adecuado para mí creo
que es olvidarme un poco de eso, intentar cuidarme todo lo que pueda y no
obsesionarme con bajar de peso para no agobiarme más de lo que ya estoy con el
trabajo. Creo que así va a ser más fácil para mí mantener los hábitos
saludables que durante toda esta semana he ido volviendo a trabajar.
No
os imagináis las ganas que tengo de que llegue diciembre para bajar el volumen
de trabajo y poder dedicarme tiempo a mí misma. No solo a cocinar, comprar y
organizarme bien las comidas. También para hacer mis entrenamientos y cosas más
básicas y diarias como depilarme, ponerme crema para hidratar la piel más a menudo,…
mimarme un poco. Es que no tengo tiempo ni de dedicarme unos minutos. Los fines
de semana que es cuando tengo algo más de tiempo libre, siempre tengo visitas o
tengo que ir yo a ver a algún familiar y al final mis horas libres las dedico a
limpiar la casa, organizar ropa y evitar que me inunde la mierda (con perdón
por la expresión). Estoy ya saturada. Pero bueno, tengo que reconocer que esta
última semana me he encontrado mejor, lo he llevado de otra forma, tal vez por
la vuelta a los hábitos sanos, porque el dejar de encontrarme tan mal como me
encontraba físicamente, también hace que anímicamente esté más animada.
Ayer
un amigo me regaló unas cuantas verduritas del huerto de un familiar y cómo me
han gustado! Es increíble la diferencia entre las verduras directamente del
huerto, las “de verdad”; y las de supermercado que no saben apenas, son todas
iguales y están llenas de químicos y demás potingues que les ponen para que
reluzcan y duren un montón. A ver, a mi como a todos, ese tipo de verduras y
frutas me llaman la atención y dan ganas de comprarlas porque se ven muy bien,
pero claro, luego el sabor es el que es. En cambio, con las “de verdad” el
sabor es espectacular, aunque el aspecto sea más rudo y feo. Ahora porque es
imposible para mí pero en cuanto tenga tiempo pienso ir todas las semanas al
mercado donde van puestos de verduras que tienen hasta la tierra del huerto y
todo. Que ricas!
Últimamente
he dejado de beber leche de vaca. Me encanta. Me la bebo sola, sin café ni cola
cao ni nada, me gusta un montón, pero por lo que he leído no es nada buena.
Además tengo conocidos que han dejado de tomarla y les sienta mejor la comida,
así que he hecho el gran esfuerzo de dejar de tomarla y la he sustituido por
bebida de arroz. La verdad es que me gusta mucho (no tanto como la de vaca,
pero bueno, está rica). He probado varias marcas y se notan diferencias. Hay
una en concreto que me gusta bastante. Es ecológica y la marca es Provamel. Me
tengo que ir acostumbrando. Lo llevo bastante bien, pero de todas formas no
significa que no vuelva a probar nunca más la leche de vaca, si me apetece
mucho alguna vez compraré un litro y listo.
En
fin, lo más importante de esta entrada creo que es que no soy la misma que
llegó a pesar 142kilos. He cambiado porque después de un bajón lo que más me
apetecía era volver a cuidarme y a sentirme bien. Por fin lo he conseguido y espero que se vaya notando en la
báscula, la ropa, pero sobre todo en mi actitud y mi motivación.
Gracias
a todos por seguir entrando a leer mis rollos y sobre todo por apoyarme pase lo
que pase. Sois lo mejor!!
Un
beso enorme! Hasta la próxima semana!
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