Tropezón

      

       Otro viernes por aquí! Tengo que deciros que esta semana ha sido durilla. Como sabéis, la semana pasada no se movió la báscula a pesar de hacerlo todo bien y en un principio no me afectó porque sé que a veces me pasan estas cosas pero ¡hacía varias semanas que no lo sufría! Llevo ya 4 viernes bajando, más o menos, pero bajando. Así que no sé porque pero me esperaba bajar aunque fuesen 300gr y ver el 23, será eso, que tengo ganas de ver ese 23 para seguir hacia abajo… Así que como os digo, al principio no me afecto pero después sí. Me enfadé, conmigo misma porque podía haberlo hecho mejor y tal vez a pesar de que mi cuerpo no quería perder de momento, lo hubiese obligado un poquito, no se…

               

      El caso es que me enfadé, era viernes así que el finde estaba cerca y por errores de la vida, tenía chocolate en casa, del que más me gusta, del que engancha y tu cabeza te pide más y más. Y no solo eso, sino que ya que se acaba el chocolate, quiero más cosas y al final acabé comiendo comida rápida dos días. Esos dos días malos fueron el lunes y el martes. En realidad el sábado lo superé como buenamente pude y el domingo muy bien, pero tenía ahí todavía la decepción y el enfado por el peso así que al final caí el lunes y el martes. Total, un desastre.

      Creo que desde que escribo el blog no he tenido una recaída de este tipo, pero al final llegó. ¿Lo bueno? Que ya la he superado. Duró dos días. Dos días en los que pasé de todo y comí lo que quise (más o menos). No me sentía bien, porque sabía que eso no era lo que quería en realidad pero es increíble cómo nos invaden los malos pensamientos, como nuestra mente maquina para poder comer lo más calórico que encuentre, dulces, etc., ya me entendéis. El miércoles cuando me levanté, mi cabeza ya estaba misteriosamente lista para seguir. Superé todas las “tonterías” de los días anteriores y ale, palante y a seguir como si no hubiese pasado nada. Lo que me llevó a ese cambio además de yo misma y mis ganas de luchar, fue todo el apoyo que recibí de esas personas que estáis ahí leyéndome en el blog o en mi instragram. Significó mucho para mí que tanta gente se interesara por cómo estaba y me animara a seguir sin mirar atrás. Y eso hice, seguí vuestros consejos y pude recuperarme sin secuelas :) ¡GRACIAS!

      A partir de ahí, he seguido sin problema, sin ansiedad, sin ganas de comer otra cosa que no fuera mi comida habitual, mi deporte… En fin, muy contenta de estar donde estoy ahora, de haber superado este bache y de haber salido reforzada. Sé que soy capaz de controlar mucho mejor esas situaciones, ya que en el pasado, si caía un día, caía dos y tres y de repente me veía en la espiral de siempre que me llevaba a mi punto de partida. En esta ocasión han sido dos días pero eso, dos días, y punto.

      Pensé que hoy habría subido de peso, evidentemente. De hecho no tenía pensado ni pesarme! Pero me he atrevido y peso lo mismo que la semana pasada. Sigo en 124,2kg, pero esta vez al contrario que el viernes pasado, estoy feliz de estar en ese peso. Espero que para la semana que viene aparezca el 23 querido (aunque voy a pasar el periodo así que a ver qué pasa, por mí que no quede).

      Desde hoy y hasta el próximo jueves mi intención es bajar unos gramillos e irme de vacaciones de Semana Santa tranquila conmigo misma al menos. A partir del jueves 24 no estaré por aquí, pasaré esos días por ahí, intentando comer bien a pesar de que no podrá ser como en casa. Como siempre, hay más gente, no depende de mí toda la comida y en fin, ya os contaré un poquito más el próximo jueves que será cuando vuelva a actualizar el peso por el tema de la Semana Santa.

      Así que sin más me despido, como veis, este proceso no siempre es color de rosa y a veces hay tropezones. Lo importante es volver a levantarse y seguir por el camino correcto, visualizando tus objetivos y trabajando para conseguirlos. Ánimo a todos, que podemos conseguirlo!!

¡Besotes grandotes!