Buenos
días!!
Siento
el retraso!! Me ha sido imposible sentarme a escribir un ratito hasta hoy! Como
ya sabéis, voy a estar unos meses más liada por temas de trabajo y tengo poco
tiempo libre y el que tengo intento utilizarlo de forma provechosa aunque me
cuesta. Lo que me apetece cuando llego a casa después de todo el día fuera es
descansar y punto. Estoy en proceso de adaptación para que esos ratos sean
dedicados en parte a organizar las comidas del día siguiente y en parte a
entrenar aunque sea un rato. De momento me he ido organizando comidas pero de
deporte na de na. De verdad que os admiro un montón a todos los que hacéis esto
mismo que estoy diciendo e incluso tenéis niños u otras responsabilidades y
sabéis llevarlo todo “pa´lante”. Yo creo que podré llegar a conseguirlo pero el
cambio total de horarios y rutinas me descoloca y me bloqueo, así que tengo que
salir de eso y poco a poco adaptarme a mi nueva situación. Sé que puedo así que
venga, ¡¡voy a por ello!!
Esta
semana a parte de cero deporte, ha habido dos días complicados con las comidas
ya que pasé de todo y comí lo que me apeteció. Esto me pasa por el tema de que
me bloqueo. Me siento como agobiada o abrumada por todo lo que se me echa
encima y como en el trabajo soy bastante responsable y no me gusta dejar cosas
a medias ni ser informal, me preocupo mucho de llegar a tiempo a todo y que
esté todo bien hecho. Pero claro, en este momento de cambio para mí, para
lograr eso, dejo de lado otras cosas de mi vida que hace tiempo no tenían la
misma importancia: mi salud. En otras épocas en que me he saturado por algo, he
pasado siempre olímpicamente de la comida. Si no podía comer, no comía, podía
estar horas y horas sin comer, luego llegaba el momento de “relax” y me podía
comer una pizza entera y a saber qué más… En fin, ya sabéis… Ahora para nada me
pasa eso pero el cerebro a veces nos juega malas pasadas y como ahora he tenido
momentos de estrés parecidos a los de entonces, ha habido días en los que
apenas comía por la mañana, no he bebido casi agua, infusiones cero y las
comidas pues en general bien excepto un día y medio que fue un poco desfase. No
me siento bien al comer cosas que sé que no me benefician pero están ricas y en
el momento me encantan. Después me apetecen más y más y más… Pero he conseguido
pasar de eso y volver a comer mi comida normal, eso sí, con bastante ansiedad.
En fin,
os iré contando como llevo la situación. Es bastante dura para mí pero si no
lucho para que no pueda conmigo me hundiré en el mismo fango en el que estaba y
no quiero.
Por
cierto, el viernes no me pesé. Creo que hubiese pesado lo mismo o puede que
algo más y no quise deprimirme por eso, porque me afecta bastante aunque a
veces me haga la fuerte, así que el próximo viernes veremos cómo va el peso!
Cambiando
de tema, la semana pasada fui a Kiabi! Me hacía ilusión comprarme cositas,
aunque al final solo compré una camiseta, que es la que se ve en la imagen más
abajo. Me probé varias cosas más pero no me convencían. Los pantalones son lo
que más guerra me dan siempre porque es donde más talla tengo y nunca
encuentro. Bueno, cogí una 56 pensando que no me vendrían pero me gustaban,
eran baratos y no había más talla. Me los puse y cual fue mi sorpresa, me
estaban grandes! Qué alegría! Lo malo es que no había de la talla 54 así que me
fui sin pantalones, pero contenta. Mi talla real no es una 54, no al menos en
todos los pantalones. La verdad es que varían bastante. De los que utilizo
ahora tengo una 58, una 56 y una 60 en los vaqueros así que si me pregunta
alguien mi talla, de verdad que no la sé decir jeje
Esta
foto la puse hace ya días en mi Instagram pero hoy quería ponerla por aquí para
los que no me seguís o no tenéis Ig. Quería que vierais cómo soy ahora, con mis
120 kilos, así me conocéis un poquito más. Tengo algunas fotos de cuando pesé
140 que algún día pondré y espero tener otras de cuando pese mucho menos :)
De momento
nada más, gracias por seguir ahí pese a todo y gracias por el apoyo.
Un
abrazo grande!